viernes, diciembre 15, 2006

PERSPECTIVAS , EL VIAJE DE ESTUDIOS

PERSPECTIVAS

Viaje de estudios



Démosle el beneficio de la duda para que su viaje de estudio sea provechoso.
¿Qué dirían ustedes si un ministro de Hacienda de cualquier país tercermundista se va de viaje de estudios a Dinamarca? Si son benevolentes, tal vez dirían que es un poco curioso, que los ciudadanos les pagan a los gobiernos más bien para actuar.
Pero bueno, estamos en la era de la globalización y de los intercambios universales de ideas.
¿Qué dirían ustedes si el ministro de Hacienda de marras pertenece a un Gobierno de centroizquierda y decide visitar un país de tradición socialdemócrata, de alto gasto público y beneficios sociales, pero que es gobernado desde 2001 (¿algo huele mal en Dinamarca?) por Anders Fogh Rasmussen, del Partido Liberal, en coalición con el Partido Conservador y con el apoyo del Partido Populista de extrema derecha, y que desarrolla una política contraria a la socialdemócrata (apoyó con soldados a Bush en Irak, disminución de impuestos y caída draconiana de la inmigración)?
Probablemente, se preguntarán si acaso no se equivocó de campo político.
Es cierto que tomó el avión después de hablarle a una reunión ritual de empresarios en la que los ministros de Hacienda chilenos se esmeran por decir cosas gratas a sus oídos.
En este caso, a Dinamarca a aprender de flexibilidad laboral.
Se trata de un ministro chileno de una coalición de centroizquierda que bien podría aprender de flexibilidad laboral en Chile, país en el que sólo una ínfima proporción de los contratos son permanentes y por tanto sujetos a indemnización, en el que reina una amplia desprotección laboral para la gran mayoría de los trabajadores.
En la ecuación de la “flex-seguridad”, los trabajadores chilenos necesitan urgentemente más seguridad en sus empleos y en sus vidas.
Se trata de un ministro chileno de Hacienda que necesita urgentemente proveernos de una visión frente a los problemas que se nos presentan, como por ejemplo que frente a la mayor prosperidad en materia de ingresos externos que haya conocido Chile por décadas tengamos un crecimiento inferior al promedio mundial, o mucho más bajo que el de Argentina, o Perú, para no ir tan lejos.Bien.
Pero confiemos en el buen criterio de Andrés Velasco.
Démosle el beneficio de la duda para que su viaje de estudio de las políticas de un Gobierno de derecha sea provechoso para todos, quien sabe (aunque ¿qué tal un pequeño desvío por Finlandia y Noruega, que están cerca y no tienen gobiernos de derecha, sino coaliciones de centroizquierda, como acá, y hacen cosas muy interesantes en tecnología sin desmontar sus sistemas sociales?).

Pero hay algo en lo que debemos ser definitivamente intransigentes: dejar en alto a la poesía chilena, lo único que en realidad nos distingue en el mundo (esto de los ex dictadores longevos, por ejemplo, o exportar peras y manzanas, no son una gran novedad en América Latina).

¿Qué tiene que ver la poesía dirán ustedes? Desde Dinamarca el ministro de Hacienda ha enviado una columna a un diario, citando a Nicanor Parra: “los cuatro puntos cardinales son tres, el sur y el norte”, para decirnos que la gran tarea de Chile sería invertir (de más está decirle al ministro que, más allá del poeta, los puntos cardinales son cuatro y que los países tienen tareas variadas, pero qué le vamos a hacer: es pega de los ministros de Hacienda).
El problema es que es un verso de Vicente Huidobro, en “Altazor”. Sabemos que nuestro Parra se merece el Nobel, incuestionablemente, pero no escribió lo que sirve de exordio para la flexibilidad que se va a buscar tan lejos. Que no sepan los daneses.
Y que ¡viva Huidobro!, poeta rebelde que escribía en 1925:

“¡Pobre país; hermosa rapiña para los fuertes!”.

viernes, octubre 27, 2006

El enemigo toma la iniciativa: la revolución pasiva....continuaciòn del texto anterior..........el enemigo tomò la iniciativa


Le pedimos perdon a los compañeros que se puedan sentir aludidos, pero los terceristas como desmitificaresmos a continuaciòn son los agentes del neoliberalismo en el partido socialista de chile y su juventud.

La Tercera Vía en América Latina y el "Consenso de Buenos Aires"
Massimo Modonesi

La Tercera Vía es un típico producto europeo, de buena factura, para gustos refinados, con todos los elementos para crear un estilo, una tendencia o una "moda". Un proyecto político para uso interno y para la exportación.
La tercerismo –como posición política- se asentó en Europa desde el principio de la guerra fría en la búsqueda de una alternativa al capitalismo norteamericano y el socialismo burocrático del bloque soviético. De esta tensión surgieron experiencias muy diversas, en la práctica como en la teoría, generalmente de corte socialdemócrata, democristiano o socialcristiano. Limitándonos al campo de la izquierda el tercerismo recorrió la historia europea de la segunda mitad del siglo, desde el laborismo británico y Lord Beveridge, pasando por los Estados de Bienestar en Escandinavia y Olof Palme, Bad Godesberg y Willy Brandt, hasta el socialismo mediterráneo de F. González, F. Mitterand, B. Craxi y A. Papandreu.
Hasta manifestarse, en los años ochenta, en la izquierda comunista con el "eurocomunismo" de E. Berlinguer, G. Marchais y S. Carrillo. Si bien América Latina y Africa conocieron variantes del tercerismo en los populismos y los reformismos militares, nunca como en Europa la búsqueda de una alternativa al bipolarismo fue tan profunda y característica.
Un elemento de estos tentativos, que hoy se reproduce en la Tercera Vía actual es su tendencia universal. Como siempre Europa trata de recuperar, o niega haber perdido, el rostro civilizador de los siglos pasados. Desde la práctica política del gobierno de Blair y las variantes continentales hasta las teorizaciones de Giddens, la Tercera Vía quiere ser universal, irradiando desde Europa la sabia moderación y el justo equilibrio de sus planteamientos.
Otro punto que permite mantener el hilo rojo histórico es el carácter de "síntesis" de la propuesta tercerista, la cual dificilmente puede concebirse como fórmula original sino que se alimenta de los polos contrapuestos que identifica como sus antagonistas. En política, por obvias razones, ninguna síntesis es perfectamente equilibrada y neutral y la Tercera Vía de Blair y Giddens confirma y refuerza la regla. Eso es cierto porque el tercerismo es siempre el producto de una mutada correlación de fuerzas, de la cual derivan una corrección de línea política y un ajuste ideológico. Una hipótesis por demostrar iría hasta decir que el tercerismo europeo, en cada momento de su expresión, fue el reflejo de un retroceso o una derrota de la izquierda. Lo que si parece evidente es que la Tercera Vía contemporánea no se puede entender sin tomar en cuenta la derrota política e ideológica de los años setenta y el advenimiento del neoliberalismo en los años ochenta.
Para revisar la versión tercerista más reciente es necesario considerar los planteamientos originales, tener en cuenta, como parámetros, los postulados de Blair y Giddens, en sus respectivos campos, pero rastrear el tercerismo más allá de la adhesión explícita a la Tercera Vía. Porque esta propuesta política se manifiesta y aplica, en Europa, más allá del gobierno laborista en Gran Bretaña o del gobierno socialdemócrata de Schroeder, quien -por cierto- es más sincero y define su proyecto como centrista.
Esta aclaración -que se podría demostrar en Europa comparando los programas y las políticas de los distintos partidos socialdemócratas- es fundamental para tratar de rastrear la influencia de la Tercera Vía en América Latina.
La Tercera Vía en América Latina Todavía está por hacerse la cartografía de los terceristas latinoamericanos, aparentemente muy pocos políticos y ninguna organización de izquierda se definen explicitamente como tales. Eso se debe a una cuestión crucial de este tipo de propuesta. Sin bien por un lado juega la fascinación hacia Europa y su idealizado sistema socio-político, por el otro entra el elemento de la oportunidad política. La Tercera Vía en Europa mostró rapidamente sus límites, sembrando descontento y decepción, mientras florecía la polémica intelectual y se multiplicaban los críticos. En estas circunstancias, frente a un proyecto que en su aplicación más coherente, en el gobierno laborista de Blair, no convenció y se dirige a una probable derrota electoral, los demás partidos socialdemócratas en Europa como en el resto del mundo prefirieron no casarse con una fórmula y gozar de mayor libertad discursiva e ideológica. Porque no era ni es necesario, en la lógica del pragmatismo, asumir postulados definidos sino que resulta más adecuado jugar con la ambigüedad. Sería absurdo además que pragmáticos que buscan ser ambiguos sin parecer tales asumieran postulados que se han revelado y han sido denunciado como ambiguos. Es aquí, como lo veremos más adelante, donde empatan el tercerismo confeso y el de closet: en el pragmatismo y la ambigüedad.
Sin duda la Tercera Vía recorre América Latina y se filtra entre políticos e intelectuales. En general las organizaciones políticas, a causa de los equilibrios internos, no se pronunciaron claramente sobre el tema. El PT de Brasil es una excepción notable porque, en el documento político aprobado en su más reciente congreso, sancionó su rechazo con las siguientes palabras: La crisis hizo que surgieran operaciones de maquillaje del neoliberalismo, como la llamada Tercera Vía de Blair y Clinton. Esta postura conformista y conservadora parte de la falsa premisa de que ya no es posible impulsar políticas de crecimiento con inclusión social y pleno empleo(...) Las izquierdas, inclusive sectores de la socialdemocracia, hoy denuncian y rechazan estas tesis. En Brasil, donde la exclusión social fue y es la regla, la Tercera Vía aparece con su cara más grotesca".
Una manifestación transversal del tercerismo latinoamericano es sin duda el intento de formar una corriente político intelectual por parte de dos académicos: el mexicano Jorge G.
Castañeda y el brasileño Roberto Mangabeira. Jorge Castañeda ya desde la Utopía desarmada venía teorizando la nueva socialdemocracia latinoamericana, la socialdemocratización finalmente realizada de la región. Las líneas políticas propuestas por Castañeda en este polémico libro corresponden a la versión latinoamericana -ante litteram- de la Tercera V&iacutte;a, condimentada con las dosis de nacionalismo y de énfasis social que corresponden al caso. Castañeda, junto con Mangabeira, ha sido el promotor de una iniciativa que esclarece el carácter semi subterráneo del tercerismo en América Latina. A lo largo de una serie de reuniones los dos intelectuales lograron aglutinar una serie de políticos latinoamericanos provenientes de muy distintas corrientes: neo conservadurismo, centro democrático, nacionalismo de izquierda, neo populismo, socialismo democrático, socialdemocracia tradicional. En el prefacio del "Consenso de Buenos Aires", el manifiesto político de esta corriente, se aclara que estos personajes simplemente asistieron a las reuniones y no pueden ser considerados todos firmantes del documento, así que habrá que limitarse a constatar un interés más que una adhesión. Lo que queremos destacar aquí son los rasgos generales de las propuestas contenidas en este manifiesto así como su potencial influencia en la definición de la izquierda latinoamericana.
El "Consenso de Buenos Aires" Este documento puede ser concebido como el manifiesto del tercerismo en América Latina, aún cuando rechaza esta caracterización. De hecho el rechazo está muy mal sustentado porque, cuando en todo el documento se plantea la superación del neoliberalismo y del autoritarismo desarrollista, se afirma que no se propone "una tercera vía porque no existe una segunda", refiriéndose a la hegemonía neoliberal y a la ausencia de una alternativa, lo cual desplaza la cuestión de su sentido original. Así que, más allá de esta referencia, el planteamiento del Consenso reproduce implicitamente y reiteradamente la definición de la Tercera Vía entre el neoliberalismo y la socialdemocracia tradicional (populismo- desarrollismo en el caso latinoamericano) avanzada por Giddens.
Las afinidades van más allá y abarcan la lógica general de este manifiesto. En primer lugar el proyecto presupone una alianza política entre el centro y la izquierda que permitiera romper la alianza de centro derecha que sustentó el neoliberalismo, mientras que está completamente ausente una reflexión en términos de los contornos sociales de esta alianza, asumiendo implicitamente y fideisticamente que planteamientos razonables encontrarán la adhesión de las mayorías.
Recita el texto: La tarea del centro es darle expresión transformadora a la inconformidad de la clase media; y defender la generalización de la meritocracia en la vida social, por su parte, la misión de la izquierda consiste en confrontar la desigualdad al combatir el dualismo, mediante la profundización de la democracia.
En segundo lugar, el Consenso reproduce los mismos lugares comunes politically correct, verdades inquestionables, que caracterizan también los documentos de Blair y Giddens: reconoce la magnitud de la desigualdad y la injusticia que se vive en América Latina y reitera el compromiso social que debe acompañar cualquier proyecto de gobierno. Se asume además que, a pesar de su carácter actual, la coyuntura histórica ofrece grandes posibilidades para avanzar un proyecto transformador. En el horizonte de la transformación sesgada artificialmente al marco acotado de lo "posible en las condiciones actuales" es donde se percibe claramente el sesgo conservador de esta propuesta. Si bien los autores se declaran contra el neoliberalismo y sus excesos, se definen como defensores de la "economía de mercado" y argumentan que no se trata solamente de "humanizar el neoliberalismo" sino de avanzar un "enfoque alternativo": la "democratización de la economía de mercado". Asistimos aquí a una típica formulación del "pensamiento único", en donde se restringe la noción de neoliberalismo a sus rasgos más ásperos, superficiales y coyunturales y se asume como alternativa un simple correctivo. Sin ahondar en una polémica conceptual que es evidente y conocida, es necesario subrayar cómo de esta operación ideológica se desprendería el carácter transformador, la legitimidad y el sesgo de izquierda de esta postura política.
Por otro lado, encontramos en el Consenso de Buenos Aires la reivindicación de la Política y del papel del poder público, como "voluntad deliberada" y "capacidad de modelar el futuro". La concepción básica del documento se encuentra resumida en estos párrafos: Proponemos un desarrollo democratizador, que descanse en la reorganización y en el refinanciamiento de un Estado actuante y provisto de amplios recursos, capaz de invertir en los individuos, y de convertirse en un impulsor vigoroso y útil de la iniciativa privada, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas; en la lucha contra el rígido y trágico dualismo entre las vanguardias y retaguardias económicas y sociales que escinde a todos nuestros países; y en una profundización de la democracia mediante reformas institucionales que favorezcan la puesta en práctica de los cambios estructurales requeridos y que generen, en el día a día de la vida cívica y social un auténtico choque libertario. (...) Tanto este último como la pobreza hoy tienen que medirse no sólo por la carencia de ingresos, sino principalmente por la falta de oportunidades básicas para el desarrollo de cada persona. (...) El mercado debe ser el principal asignador de recursos, pero corresponde al Estado crear las condiciones para que las necesidades de los más pobres puedan convertirse en demandas solventes que puedan ser procesadas por éste.
Si bien estas afirmaciones son lo suficientemente claras, es necesario subrayar una serie de postulados que se desprenden de ellas y sobre los cuales mucho se ha discutido desde posturas críticas. Además de un tono claramente economicista, se encuentra la idea de la igualdad de oportunidades que substituye la igualdad de derechos, pilar del razonamiento neoliberal más refinado, a la cual subyacen la idea de competencia, de movilidad social y de selección social a paridad de condiciones de partida. La igualdad de oportunidades se instrumentaría a partir de la educación, más allá de la cual cada ciudadano será abandonado a su destino. En segundo lugar se plantea el carácter residual de la intervención del Estado frente al papel del mercado como regulador socio-económico, como forma de compensación y garantía de gobernabilidad. En tercer lugar, como corollario del punto anterior, se sanciona el papel funcional que debe cumplir el Estado en favor del mercado.
La última frase del párrafo citado es lapidaria en cuanto a la lógica mercadocéntrica, donde, tras un lenguaje tecnocrático, se afirma que el Estado debería hacer de los pobres unos consumidores.
Siguiendo el documento, el instrumento fundamental para sustentar esta redefinición del papel del Estado y su supuesto fortalecimiento sería la fiscalidad.
Pero, para garantizar los niveles de ahorro y de acumulación, se plantea la centralidad del impuesto sobre el consumo -cuyo "sesgo regresivo puede ser compensado con creces por el efecto redistributivo del gasto social"- sobre el patrimonio no productivo, de la ampliación de la base contributiva y la lucha contra la evasión fiscal. La aplicación de estas propuestas no sólo no atañe las bases de la desigualdad sino que podría incluso ahondarlas. La preocupación por el ahorro, la creación de capital local, lleva también a festejar las reformas de los sistemas de previsión social en dirección de la formación de un "ahorro obligatorio" sin ninguna reflexión sobre sus reflejos sociales y las perspectivas para los trabajadores. El descuido de los intereses de los trabajadores se refleja también en los párrafo ligados a la cuestión de los salarios y la flexibilidad donde se mantiene un nivel tal de ambigüedad que facilmente puede leerse como un respaldo al contenimiento salarial y la flexibilización del trabajo en curso. La misma ambigüedad se refleja en el rubro dedicado a las privatizaciones, donde se ponen como únicas condiciones la transparencia, una hipotética reversibilidad o nueva creación de paraestatales y una estrategia de liberalización regulada mediante leyes antimonopólicas, en una perspectiva de auténtico libre mercado.
Por otro lado, el vacío de conceptualizaciones y de propuestas a nivel de política internacional es particularmente sensible y sintomático, aún cuando se mencionan de paso la idea de regulación del capital especulativo y el eje estratégico de una integración regional que no sea simplemente comercial sino que se funde también en la solidaridad social.
El eje conductor de la propuesta integrada en el Consenso de Buenos Aires radica en la idea de democratización. Alrededor de esta bandera se centran gran parte de las apuestas de los autores, como rasgo fuerte y definitorio del nuevo centro izquierda latinoamericano. Más allá de un uso retórico ligado a una supuesta y indefinida democratización de la economía y el mercado, la concepción de democracia que se desprende del documento no rebasa el terreno institucional y procedimental: "el fortalecimiento de la democracia pasa por innovaciones institucionales". Financiamiento público, acceso a los medios de comunicación, austeridad y transparencia en las campañas, mecanismos de rendición de cuentas, lucha contra la corrupción, vigilancia judicial contra los abusos de poder y reforma del presidencialismo son algunas de las vertientes de esta "ingeniería institucional".
Por otro lado se mencionan algunos mecanismos participativos como la revocación de mandatos y el referéndum por iniciativa ciudadana, sin darles un valor ni una importancia particular.
El "choque libertario", que es el planteamiento final del Consenso, se sustenta en una participación creciente de la ciudadanía y en el protagonismo de la sociedad civíl, entendida como un conjunto de luchas por la conquista y la defensa de derechos: La última propuesta de este programa político consiste en dar un choque libertario en la base de la vida nacional, o si se prefiere, provocar largos y continuos estallidos de la sociedad civil que les permitan a los ciudadanos desamparados de América latina conocer sus derechos y defenderlos.
Evidentemente la idea de "estallidos" choca con el reformismo y el la visión linear y armónica de progreso que se desprende del documento. La sociedad civil, en el Consenso de Buenos Aires, se presenta, con una valoración positiva, multifácetica y fragmentada, sumergida en una serie de luchas parciales, como un cuerpo sano que encuentra su momento unitario en el enfrentamiento con el poder en defensa de la libertad y la justicia, olvidando todos los conflictos que lo atraviesan y lo enfrentan. En ausencia de un análisis social que permita profundizar más allá del mito unificador y simplificador de la sociedad civil, la visión expresada por el documento reproduce el esquema neoliberal. Si el centro-izquierda tercerista reconoce el valor de las luchas ciudadanas en América Latina en contra del poder político, al mismo tiempo no se pone en ningún momento el problema de poder y de su desigual distribución al interior de la sociedad. Así no solamente se expulsa la idea de lucha de clases sino la noción misma de conflicto alrededor de la apropiación de la riqueza.
A manera de conclusión No es necesario ahondar en la crítica a las ideas vertidas en el Consenso de Buenos Aires en la medida en que evocan los argumentos que, a lo largo de más de dos décadas, se esgrimieron en contra del neoliberalismo. El tono, el vocabulario, los énfasis, las tesis y los argumentos no se diferencian de la retórica más suave y moderada que se escucha en tiempos recientes en los centros ideológicos del neoliberalismo: BM, FMI, OCDE, Davos, etc.... Lo que puede llevar a pensar que el tercerismo es la nueva versión del neoliberalismo, el instrumento de la consolidación, cuando a la derecha dura y pura tocó llevar a cabo la etapa de la ofensiva; o que existe una ola de reformas que pueden implementarse solamente bajo gobiernos "progresistas". La lectura del Consenso de Buenos Aires llevó además a reproducir los argumentos de los críticos de la Tercera Vía europea, considerada una variante del neoliberalismo, la pata izquierda de un modelo de dominación excluyente y polarizador. Lo que nos dice el Consenso es que el tercerismo encuentra sus defensores en América Latina, organiza encuentros, reúne políticos e intelectuales, redacta y hace circular documentos y manifiestos. No hay que pensar que la Tercera Vía con nombre y apellido logre tomar ciudadanía latinoamericana, pero lo que es cierto es que el tercerismo -siendo expresión y racionalización de un sentido común conservador, de la derrota pasada y la subalternidad presente de gran parte de la izquierda- encuentra en América Latina las condiciones para asentar sus postulados. Si la lista de los participantes a los encuentros promovidos por Castañeda y Mangabeira coincidiera con la adhesión al documento, mañana podrían eventualmente gobernar -además de la Alianza en Argentina, el Partido Socialista en Chile- el PT en Brasil, el FMLN en El Salvador, el PRD en México, los sandinistas en Nicaragua, la URNG en Guatemala y el Frente Amplio en Uruguay, sin que esto garantizara un avance de la izquierda. Más bien sancionaría su desdibujamiento a nivel partidario dejando para uso exclusivo de la lucha extraparlamentaria las banderas de la transformación y de la crítica radical de lo existente. Indudablemente la Tercera Vía y el Consenso de Buenos Aires plantean un problema de definición de la izquierda latinoamericana y abren, en este amplio espacio político que comprende organizaciones y sensibilidades individuales, un debate histórico a partir del cual se definirán las modalidades y los rumbos que asumirá la resistencia al neoliberalismo en el próximo siglo.

El pOdEr Y La hEgEmOnìA

Apuntes sobre la teoría marxista:
El poder y la hegemonía
Néstor Kohan
Periódico Madres de Plaza de Mayo N°6, diciembre 2003 - Rebelión
21 de diciembre del 2003

¿Cómo domina la clase dominante? Ésa es la pregunta del millón. Todos los lectores y las lectoras del periódico de las Madres saben que el capitalismo es un sistema de poder, explotación y dominación. No hay que aclarar nada. Se sufre en carne propia todos los días. Nuestra dolorosa historia nacional constituye una prueba irrefutable en ese sentido. Pero lo que resulta un tanto más complejo es descifrar el jeroglífico de las formas concretas a través de las cuales se reproduce cotidianamente el capital y se ejerce ese poder en cada coyuntura. Cuando se trata de resolver ese enigma aparecen nuestros dolores de cabeza.Que no son pocos...

El modelo político de El Manifiesto Comunista

A la hora de analizar el capitalismo, Carlos Marx, como un detective con una lupa, hizo observable y tradujo al terreno de la teoría política aquella terrible realidad que vivían y padecían los trabajadores de su época. Toda la sociedad se divide en explotadores y explotados. Toda la historia de la sociedad no es más, sentenció Marx, que la historia de la lucha de clases.
Esclavistas y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos de la gleba, burgueses y proletarios. Esa polarización clasista divide en dos el conjunto de la historia de la sociedad.
Si bien la genealogía de la lucha tiene milenios en su espalda, Marx no dudó en identificar dos gran actores de ese drama moderno: la burguesía y el proletariado.
El Estado era, según el autor de El Manifiesto, una maquinaria de guerra del capital contra el trabajo, de los opresores contra los oprimidos.
Por su simplicidad, este modelo de análisis político hizo historia y penetró en el corazón de miles y miles de militantes en todo el mundo. No había que romperse la cabeza para comprenderlo. Estaban "ellos" y estábamos "nosotros". Un polo y el otro. Blanco y negro. Claro, limpio, transparente.

El modelo político de El 18 Brumario de Luis Bonaparte

Pero cuando Marx se dispuso a analizar una sociedad puntual, como fue el caso de la Francia que había sido conmovida por el golpe de Estado de Luis Bonaparte en diciembre de 1851, tras la derrota de la insurrección de 1848, elaboró un análisis mucho más complejo. La lucha de clases marca blanco sobre negro, sí, pero viene acompañada por una variada gama de grises que en las afiebradas líneas de El Manifiesto no aparecían en primer plano.
Además de estos dos grandes personajes -la burguesía y el proletariado- Marx distingue en la formación social francesa toda una gama de segmentos sociales que también forman parte de la lucha de clases. Además, da cuenta del fraccionamiento que la burguesía sufre en medio de la lucha política. No es lo mismo, nos advierte Marx, la fracción burguesa dedicada a los negocios financieros, que la burguesía industrial. Y ninguna de estas dos fracciones es idéntica a la burguesía terrateniente. Entre los diversos fraccionamientos de las clases se tejen alianzas políticas -donde una de las fracciones dirige y arrastra al resto-. La lucha de clases, entonces, concluye Marx en El 18 Brumario, no es plana y horizontal, sino fraccionada y transversal.
En El 18 Brumario Marx nos habla también de Luis Bonaparte, un dictador que encabeza un golpe de Estado y permanece dos décadas al frente del gobierno francés. Este dictador era un personaje secundario, rodeado de lúmpenes, que gracias al liderazgo del Ejército se convierte en determinado momento de Francia en una especie de "árbitro" de los conflictos sociales. Una especie de "juez equidistante", que viene a solucionar y a moderar los conflictos. Entonces, como este personaje - que Marx detestaba - se llamaba Luis Bonaparte (sobrino de Napoleón) la tradición marxista, empezando por Marx y de ahí en adelante, convirtió en categoría teórica ese análisis político y lo transformó en el concepto de "bonapartismo".
En su análisis de Luis Bonaparte y de la situación francesa de aquel período, Marx plantea elementos fundamentales de su teoría política.
Por ejemplo, Marx sugiere que la mejor forma de dominación política de la burguesía, la más eficaz, es "la república parlamentaria". Para Marx república parlamentaria no es sinónimo de democracia, como sugiere la filosofía política del liberalismo. La república parlamentaria no garantiza "la libertad" sino que constituye una forma de dominación. A diferencia de la monarquía o de la dictadura militar (donde un solo sector de la burguesía domina) en la república parlamentaria es el conjunto de la burguesía el que ejerce su dominio a través del Estado y sus instituciones "representativas". Según Marx, la república parlamentaria licua los intereses particulares de las distintas fracciones de la burguesía, alcanzando una especie de "promedio" de todos los intereses de la clase dominante en su conjunto y, de este modo, logra una dominación política general, esto es: anónima, impersonal y burocrática.
En El 18 Brumario Marx además agrega que, cuando la situación política "se desborda" por la indisciplina y la rebelión popular, la vieja maquinaria republicana (con sus partidos, su Parlamento, sus jueces, su prensa "independiente"; en suma: con todas sus instituciones) ya no alcanza para mantener la dominación. En esos momentos de crisis aguda, los viejos partidos políticos de la burguesía ya no representan a esa clase social. Quedan como "flotando en el aire" y girando en el vacío. Entonces, emerge otro tipo de liderazgo político para representar a la clase dominante: la burguesía deja de estar representada por los liberales, los constitucionalistas o los republicanos y pasa a estar representada por el Ejército y las Fuerzas Armadas que, de este modo, se constituyen en "El Partido del Orden". El Ejército, entonces, aparece en la arena política como si...fuera a equilibrar la situación catastrófica, pero en realidad...viene a garantizar la reproducción de la dominación política de la burguesía. Argentina 1966, 1976, etc...

Lenin: teórico de la hegemonía

Durante el siglo XX diversos pensadores revolucionarios intentaron prolongar la reflexión de Marx. No con un interés puramente erudito, y menos "académico", sino apostando a la lucha política de los trabajadores. Tenían en mente lo que todo revolucionario debe tener: el poder.
Entre muchos otros, Lenin, unos de los más brillantes, por sus aportes teóricos y principalmente por su accionar político, investigó a fondo las fuentes del pensamiento de Marx sobre la dominación y el poder.
En un mismo movimiento, Lenin conjugó los dos modelos políticos que manejaba Marx, el del Manifiesto, y el del 18 Brumario. Contra lo que podría suponerse desde una mirada superficial o desprevenida, no eran contradictorios entre sí.
En El Manifiesto Marx estaba señalando a los grandes actores estructurales, a los principales contendientes de la lucha de clases contemporánea que se enfrentarían a largo plazo. En El 18 brumario estaba bajando a tierra ese planteo general. Lo estructural se conjugaba con lo coyuntural. La larga duración de la historia con el tiempo corto de la política. La estrategia con la táctica. Lo lógico con lo histórico.
Por eso Lenin pudo definir al marxismo, en tanto método, como "el análisis concreto de la situación concreta". Ese tipo de análisis presuponía conjugar lo general de una sociedad capitalista con lo particular, el género con la especie, lo común a todas las sociedades capitalistas con lo específico de cada una.
El concepto teórico al que apeló Lenin para dar cuanta de esa operación de Marx fue el de "formación económico social". Una sociedad puntual - supongamos la Francia de 1851, la Rusia de 1905 o la Argentina de 2003- tiene algo de común que comparte con todas las sociedades capitalistas. Y, al mismo tiempo, tiene algo de específico e irrepetible.
¿Cómo se produce la lucha de clases en una formación económico social? A través de alianzas entre fracciones de clases sociales. Cada alianza constituye una "fuerza social". (Cuando Lenin emplea el término de "alianza" no está pensando en una alianza meramente electoral, como la de la UCR y el FREPASO [dos partidos políticos burgueses argentinos], sino en una alianza en términos de intereses sociales y experiencias políticas). Al interior de cada fuerza social, hay un segmento de clase que dirige política y culturalmente al resto. Para poder dirigirlos, ese segmento social debe poder generalizar sus propios valores, su propia cultura, su propio programa político hacia el conjunto de la fuerza social. En definitiva, debe poder lograr que el conjunto de la fuerza social internalice y adopte como propia la estrategia, los valores y el programa político del segmento que dirige.
A todo ese complejo proceso, a través del cual se ejerce la dirección de la fuerza social en la confrontación política de la lucha de clases, Lenin lo denomina " hegemonía". La dominación política, entonces, no se ejerce únicamente con la violencia y la represión del Estado. También se logra a través de la dirección política y la consumación de la hegemonía.

Gramsci y las relaciones de poder

Apropiándose y retomando ese amplísimo bagaje de reflexiones, análisis y modelos de pensamiento político, Antonio Gramsci intentó pensar la hegemonía en sociedades capitalistas complejas. No sólo para aquellas donde la burguesía domina a través de una dictadura salvaje. Sino también para aquellas otras donde los segmentos hegemónicos de las clases dominantes apelan a la forma más eficaz de dominación política: la república parlamentaria (que, insistimos, no es sinónimo de "democracia", a pesar de los que nos dicen los medios de comunicación del sistema).
El principal objeto de reflexión que quitó el sueño a Gramsci, desde su juventud hasta su madurez, es el problema del poder. Al analizar el problema del poder Gramsci realizó una de las grandes innovaciones en la teoría y la filosofía política del siglo XX. Más de cuatro décadas antes de que Michel Foucault formulara su conocida -y celebrada académicamente- tesis según la cual el poder no reside en el aparato de Estado, no es una cosa sino que son relaciones, Antonio Gramsci -con menor reconocimiento académico- había llegado a una conclusión análoga.
El italiano, retomando las reflexiones de Lenin sobre las condiciones de una "situación revolucionaria", redactó uno de los pasajes fundamentales de los Cuadernos de la cárcel (Cuaderno N°13, 1932-1934): "Análisis de situación y relaciones de fuerza".
Allí Gramsci separa amarras del marxismo catastrofista según el cual de la crisis económica del capitalismo surgiría como por arte de magia la revolución socialista. El capitalismo jamás se derrumba solo, piensa Gramsci. ¡Hay que derrocarlo! Para eso hace falta un sujeto organizado que intervenga, que sea activo, que no espere pasivamente la crisis como quien espera que caiga una fruta madura de un árbol. ¿ Cómo puede intervenir el sujeto? Políticamente. Pero la intervención política no se realiza "en el aire", sino a partir de determinadas relaciones de poder y de fuerzas porque el poder no es una cosa sino que son relaciones.
La modificación de las relaciones de fuerza debe partir de una situación "económica objetiva" pero jamás de detiene allí. Si no se logra pasar al plano político general donde se trasciende la inmediatez económica corporativa -pasaje que Gramsci denomina "catarsis"- todo intento revolucionario va al fracaso. Esa fue la principal enseñanza que Gramsci extrajo de la derrota de los consejos obreros de Turín en 1920. ¿Nos servirá para pensar la actual crisis argentina y el desarrollo posterior al 19 y 20 de diciembre?

Gramsci y la hegemonía

Es entonces en esa especificidad política donde se plantea el problema de lograr la hegemonía, otro de los hilos rojos de continuidad en su obra. Al reflexionar sobre la hegemonía Gramsci advierte que la homogeneidad de la conciencia propia y la disgregación del enemigo se realiza precisamente en el terreno de la batalla cultural. ¡ He allí su increíble actualidad para operar en las condiciones abiertas por el capitalismo tardío!. Él no se adentra en la reflexión sobre la cultura para intentar legitimar la gobernabilidad consensuada del capitalismo sino para derrocarlo.
¿Qué es pues la hegemonía para Gramsci? No es un sistema formal cerrado, absolutamente homogéneo y articulado (estos sistemas nunca se dan en la realidad práctica, sólo en el papel, por eso son tan cómodos, fáciles, abstractos y disecados, pero nunca explican qué sucede en una sociedad particular determinada). La hegemonía, por el contrario, es un proceso que expresa la conciencia y los valores organizados prácticamente por significados específicos y dominantes en un proceso social vivido de manera contradictoria, incompleta y hasta muchas veces difusa. En una palabra, la hegemonía de un grupo social equivale a la cultura que ese grupo logró generalizar para otros segmentos sociales. La hegemonía es idéntica a la cultura pero es algo más que la cultura porque además incluye necesariamente una distribución específica de poder, jerarquía y de influencia. Como dirección política y cultural sobre los segmentos sociales "aliados" influidos por ella, la hegemonía también presupone violencia y coerción sobre los enemigos. No sólo es consenso (como habitualmente se piensa en una trivialización socialdemócrata del pensamiento de Gramsci). Por último, la hegemonía nunca se acepta de forma pasiva, está sujeta a la lucha, a la confrontación, a toda una serie de "tironeos". Por eso quien la ejerce debe todo el tiempo renovarla, recrearla, defenderla y modificarla, intentando neutralizar a su adversario incorporando sus reclamos pero desgajados de toda su peligrosidad.
Si la hegemonía no es entonces un sistema formal cerrado sus articulaciones internas son elásticas y dejan la posibilidad de operar sobre él desde otro lado, desde la crítica al sistema, desde la contrahegemonía (a la que permanentemente la hegemonía debe contrarrestrar). Si en cambio fuera absolutamente determinante - excluyendo toda contradicción y toda tensión- sería impensable cualquier cambio en la sociedad.
Entonces, al reflexionar analíticamente sobre las relaciones de poder y de fuerzas que caracterizan a una situación, Gramsci parte de una relación "económica objetiva", para pasar luego a la dimensión específicamente política y cultural donde se construye la hegemonía.
La conclusión a la que llega Gramsci en los Cuadernos de la cárcel, visualizando las relaciones de fuerzas en su conjunto, es la siguiente: "Se puede decir por lo tanto que todos estos elementos son la manifestación concreta de las fluctuaciones de coyuntura del conjunto de las relaciones sociales de fuerza, en cuyo terreno tiene lugar el paso de éstas a relaciones política de fuerza para culminar en la relación militar decisiva".
Por lo tanto en el pensamiento de Gramsci "economía", "política-cultura" y "guerra" son tres momentos internos de una misma totalidad social. No se pueden escindir. Son grados y niveles diversos de una misma relación de poder que puede resolverse tanto en un sentido reaccionario (manteniendo el actual tipo de sociedad) o en un sentido progresivo, mediante una revolución.
Ni siquiera los especialistas, a pesar de ser grandes conocedores de la obra del italiano, advirtieron las consecuencias que se deducían de esta concepción del poder y la política. Al separar tajantemente entre la cristalización económica por un lado - llamándola "estructura"- y la institucionalización política por el otro -llamándola "superestructura"- no se dieron cuenta que al concebir al poder en términos relacionales se podían resolver gran parte de las aporías que había dejado sin respuesta el marxismo "ortodoxo". Fundamentalmente en lo que se refiere a la lectura de El Capital de Carlos Marx.

El enemigo toma la iniciativa: la revolución pasiva

Desde Marx y Engels hasta Lenin, Trotsky y Mao, desde Mariátegui hasta el Che Guevara y Fidel, gran parte de las reflexiones de los marxistas sobre la lucha de clases han girado en torno a la necesidad de asumir la iniciativa política por parte de los trabajadores y el pueblo.
Pero ¿qué sucede cuando la iniciativa la toman nuestros enemigos ? ¿Qué hacer cuando los segmentos hegemónicos de la burguesía intentan, con medidas "progresistas", ponerse a la cabeza de los cambios para desarmar, dividir y neutralizar a los mas intransigentes y radicales?
Para pensar esos momentos difíciles, que tanto se asemejan a la situación que actualmente vive la Argentina [diciembre de 2003], Gramsci elaboró un categoría: la "revolución pasiva". La tomó de historiadores italianos, pero le dio otro significado.
La revolución pasiva es para Gramsci una "revolución-restauración", o sea una transformación desde arriba por la cual los poderosos modifican lentamente las relaciones de fuerza para neutralizar a sus enemigos de abajo.
Mediante la revolución pasiva los segmentos políticamente hegemónicos de la clase dominante y dirigente intentan meterse "en el bolsillo" (la expresión es de Gramsci) a sus adversarios y opositores políticos incorporando parte de sus reclamos, pero despojados de todo peligro revolucionario.
¿Cómo enfrentar esa iniciativa? ¿De qué manera podemos descentrar esa estrategia burguesa? La respuesta no está en un libro. La tiene que dar el movimiento popular.
Resulta relativamente fácil identificar a nuestros enemigos cuando ellos adoptan un programa político de choque o represión (pensemos en Videla o Menem...). Pero el asunto se complica cuando los sectores de poder aplican medidas "progresistas". En esos momentos, navegar en el tormentoso océano de la lucha de clases se vuelve más complejo y delicado...

* Coordinador del Seminario EL CAPITAL y la Cátedra de Formación Política Ernesto Che Guevara de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo

miércoles, octubre 11, 2006


Como vemos la RE-VUELTA de los estudiantes secundarios a empesado nuevamente, las tomas se han iniciado y las asambleas han tomado mas fuerza que nunca, era de esperarse ¿?, !pues claro¡, las posiciones secundarioas y su plan de trabajo estaba expresados desde hace ya bastante tiempo, el trabajo que en silencio estaba ocurriendo era un plan estrategico ara poder trabajar con muchas mas fuerzas con las bases y eliminar algunos vicios que se estaban desarrollando entre los dirigentes, vicios que han llevado al fracaso numeros movimientos socialiales, pero donde los secundarios no queriamos eso.
Las "tomas" de los mal llamados "colegios emblematicos" podemos encontrar un sustento super importante para el tambien mal llamado "bloque social" (
www.bloquesocial.cl), este bloque donde nuestros principales aliados nos traicionaron por posiciones partidistas e inclusive economicas ( saben de cuantos colegios es sostenedor Jorge Pavez, presidente del Colegio de Profesores, ¿?), "Fuerza social", principal sustento político de los profesores y de los universitarios como era de esperarse vendieron sus principios e ideales a un sistema (que ellos tanto reclaman), entonces hoy tenemos otros enemigos a la lista, podemos entender las "tomas" ( y el cambio de las asambleas nacioanles para primero conocer la postura traidora de los otros movimientos sociales) como medida de presión no lo hace la clase política sino también a estos grupos del BLOQUE SOCIAL para que se den cuneta y rectifiquen sus posiciones respecto a su pertenencia en el Consejo Asecor Presidencial.

Es por ellos que hacemos un llamado a todos los secundarios y no secundarios que esten preparados para que esta RE-VUELTA pinguina esten preparados y de una vez por todas cambios este modelo de educación y podamos ser lo sufiecientemente inteligentes a entender que este es el unico camino que nos queda por recorrer.

lunes, octubre 09, 2006

Hace poco dos miembros de los SECUNDARIOS SOCIALISTAS, fueron invitados a una exposición-debate en la sede de la Universidad Federico Santa María, en su calidad de dirigentes secundarios, uno como presidente de su Centros de Alumnos y el segundo como vocero regional de los estudiantes secundarios (quinta región), y en la exposición también se encontraban un vocero comunal (perteneciente a las JJCC) y otro de tendencias anarquistas (no del frente de estudiantes libertarios), este foro donde el punto esencial era la llamada “revolución pingüino” y la “política juvenil”, se enrostraron viejas disputas entre la izquierda conservadora (jjcc), anarquistas e inclusive entre los dos compañeros socialistas, (algo que realmente caracteriza a nuestro partido, los diferentes puntos de vista existente dentro de este, que inclusive pueden ser muy radicales entre si……..).
Las argumentaciones notaban la preparación intelectual de estos cuatro dirigentes secundarios, lo que nos demuestra que nuestro pasado glorioso del mes de mayo y junio no fue una obra de la nada, sino un proceso dialéctico, en los cuales la vanguardia de de nuestros queridos secundarios siempre estuvo presente, inclusive (si recordamos) en nuestra misma juventud encontramos recelos por nuestra condición cualitativa de “secundario(s)”, pero mas allá de la demostración de preparación política de los secundarios hubo un hecho que a lo menos me llamó mucho la atención, en un momento de la jornada los papeles se intercambiaron, ( se me olvidaba decir que este foro estuvo destinado hacia alumnos de intercambio, ellos en su mayoría gringos y suizos y en su mayoría mujeres y que ¡lindas mujeres!), las preguntas la hicimos nosotros, y quizás ninguno de los presentes secundarios esperamos que nos contaran que nuestra lucha tubo ecos en todas partes del mundo; en los mismos colegios secundarios de EEUU se escuchaban voces de apoyo a sus compañeros de Sudamérica, o en Francia (cuna de la revolución del mayo 68 ), nos explicaban como en muchas partes del mundo muchos otros movimientos secundarios salieron inspirados en la lucha secundaria chilena, como los cientistas-políticos de sus países explicaban la fuerza y la maduración de este proceso histórico de lucha estudiantil, como pudo mostrarse de esta manera en la cual sacudió toda las bases del sistema imperante (que a su ves es imperante en todo el mundo, bueno casi todo el mundo ).
No se imaginan la felicidad, el libido que se generó dentro nuestro, este nos llevo a creer fuertemente que el movimiento secundario no esta muerto, que el proceso revolucionario secundario esta en una nueva fase de evolución, este siempre a la vanguardia de los otros movimientos sociales, es por eso que creemos aun mas firmemente que otros chile es posible o mas bien ¡otro mundo es posible!

viernes, octubre 06, 2006

lunes, octubre 02, 2006

Para todos aquellos secundarios y no tan secundarios que sabian que lo unico que realmente servia del MERCURIO era la" ZONA DE CONTACTO" y gozaban sin ninguna duda (como yo ) del gran "Casimiro Huerta", un viejo que siempre, !siempre¡, estigmatizaba a los jovenes, como drogadictos, tontos, permasos, etc..
Aca les mando unos de sus ultimos escritos (recordemos que fue echado de aquel periodico no importanto la magnitud que su presencia ).

Por fin, pergenios retamboreados!por Casimiro Huerta ValverdeCuando pensé que estaba todo perdido, porque desde que me despidieron SIN AVISARME SIQUIERA del suplemento ése en el que publicaban estos escritos no tengo ni para comprar pan, pergenios retamboreados, me encuentro con la sorpresa de que los saquitos de brevitas están dejando la escoba en el país.Jamás pensé que iba a decir esto, pero lo voy a decir no más, miércole.LOS FELICITO, MOCOSOS TALES POR CUALES.Por fin están moviendo el tambembe por algo más que el sexito o las droguitas o los jueguitos de videíto o los celularcitos. Por fin se dejaron de creer el cuento de que los viejos macucos del gobierno y de la oposición "están de su lado", "quieren lo mejor para ustedes". Por fin, jetones tales por cuales, se decidieron a hacer ALGO por la PÉSIMA e INMORAL educación que les dan, en vez de pasarse horas de horas asesinándose las neuronas en un carrete.Tengo setenta y seis años y estoy demasiado viejo como para creer en cualquier ahueboldada. He visto demasiados jetones "idealistas" transformarse en unos CHANCHOS CULECOS o terminar con la cabeza como colador de tantas balas que les dispararon. Pero les voy a decir una cosa, molederas: yo no daba un peso por ustedes y ahora al menos estoy dispuesto a dar cinco pesos. Lo más probable es que se desinflen, que para variar, porque ustedes son TONTOS, los viejujos pillos les metan el DEDO EN EL HOCICO y les hagan creer que ganaron cuando en realidad perdieron. Pero al menos esta vez no están reclamando por burradas, y están dejando en claro que LA EDUCACIÓN EN CHILE ES UNA BUENA MIÉRCALE y que a todos los CHANCHOS millonarios que los gobiernan LES DA UNA REVERENDA RAYA la cuestión.Ya estaba bueno ya que se dieran cuenta, jetones. Durante DÉCADAS estos viejos macucos han puesto a sus prístinos jovencitos hijos millonariecitos como la última chupá del mate. Todos estos descerebrados de oro y flacas pechugonas que salen en la tele y en la radio y en los diarios, y los invitan al carrete, a "disfrutar de la vida", y a no sé qué sarta de imbecilidades más. Claro, y ahí iban todos ustedes, jóvenes RETUTAS DE SUS TATAS, con la baba cayéndoseles del hocico, a carretear. Pero resultaba que esos jetulios retamboreados PODÍAN DARSE EL LUJO DE SER IMBÉCILES porque los millones de papi en el banco los iban a situar inmediatamente en la Universidad de Huachalomo, y a punta de cuatros pelados, esos desgraciados les iban a poner la pata encima. Y ustedes, como se quedaron trasnochando y "les dio lata estudiar", de maestros chasquillas se quedaron los ahueboldos, mientras el otro, QUE ERA IGUAL DE SACO DE BREVAS QUE USTEDES, terminaba de gerente, con el jeep 4x4 ENTERRADO EN EL CULECO.Así funciona la cosa y GRACIAS A DIOS se han dado cuenta.¿Les digo una cosa, pergenios retamboreados?Dejen la SAMBA CANUTA. Que sea HISTÓRICA. Que los próximos gobiernos comandados por jetones apitutados privilegiados TIEMBLEN DE PÁNICO al recordar lo que hicieron... para que por lo menos les dé susto meterles el dedo en la boca. Porque de que se los van a hacer niños... se los van a hacer. Eso son ustedes, pobres y tristes aves: niños.Una última cosa, mocosos. Está bien que se hayan dado cuenta de cómo funciona la lesera. Pero les queda lo más difícil. El sistema es el enemigo, es cierto, pero ustedes tienen un enemigo mayor. Agarren cualquier espejo y contémplenlo, BESTIAS. SON USTEDES MISMOS. Por más paros y burradas que hagan, por más "choris" que les parezcan a los medios de comunicación, A MÍ NO ME ENGAÑAN, SARTA DE FLOJOS DE PORQUERÍA. Ahora, jetones, todo está bien, porque esto que hacen sólo pueden lograrlo capeando. Pero el día de mañana, si ganan, pedazos de animales, VAN A TENER QUE TRABAJAR Y ESFORZARSE. Y eso a ustedes sí que les da alergia.Espero tener que probarme pronto el piyama de palo, para no tener que ver como esta pequeña luz de esperanza, sicópatas drogadictos, se hace pebre en el mortero del sobajeo de lomo en que los viejos macucos son expertos y que ustedes ADORAN.Como estoy cesante, no sé cuándo churra les volveré a escribir.Adiós.
El obrero le dijo al militar progre­sista: “Buenas intenciones tal vez, pe­ro serás mandón hasta la muerte”.
El militar progresista le dijo al blanco nacionalista: “¿Querés que te sea franco? Tu reforma agraria cabe en una maceta”.
El blanco nacionalista le dijo al Batllista: “Lo que pasa es que ustedes siempre se olvidan de la gente del Interior”.
El batilista le dijo al demócrata cristiano: “Yo es­cribo dios con minúscula ¿y qué?”
El demócrata cristiano le dijo al so­cialista:“Comprendo que seas ateo, pera jamás te perdonaré que no creas en la propiedad privada”.
El socialis­ta le dijo al anarco:“¿No se te ocu­rrió pensar por qué ustedes no han ganado nunca una revolución?”
El anarco le dijo al trosco: “Son un gru­púsculo de morondanga”.
El trosco le dijo al foquista: “Estás condenado a la derrota porque te desvinculaste de las masas”.
El foquista le dijo al bolche: “También ustedes tuvieron delatores”.
El bolche le dijo al pro­chino: “Nosotros nos apoyamos en la clase obrera: ¿también en este nos van a llevar la contra?”

Y así sucesi­vamente. “Apunten ¡fuego!, dijo el gorila acomodándose el quepis, y un camión recogió los cadáveres.
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El batllista le dijo al blanco nacio­nalista: “Y bueno, hay que reco­nocer que ustedes han tenido a veces una actitud antimperialista que nos faltó a nosotros”.
El blanco naciona­lista le dijo al socialista: “Quizá a mí me falta tu obsesión por la justicia social”.
El socialista le dijo al demócrata cristiano: “Yo creo que nues­tras discrepancias acerca del cielo no tienen por qué entorpecer nuestras coincidencias sobre el suelo”.
El demócrata cristiano le dijo al anarco: “¿Sabes qué rescato yo de tus tradiciones? Ese metejón que tienen ustedes por la libertad”.
El anarco le dijo al prochino: “Pensándolo mejor no está mal que se abran las cien flores”.
El prochino le dijo al bolche: “¿Qué te parece si hacemos una ex­cepción y coincidimos en eso de la justicia social?”
El bolche 1e dijo al trosco: “Ojalá fuera cierto lo de la revolución permanente”.
El trosco le dijo al foquista: “¡Ustedes por lo menos se arriesgan, carajo!”
El fo­quista 1e dijo al militar progresista: “No creo que ustedes, como institu­ción, vayan alguna vez a estar del la­do del pueblo. Pero puedo creer en vos como individuo”.
El militar pro­gresista le dijo al obrero: “Cuando suene aquello de Trabajadores del mundo uníos, ¿me hacés un lugarci­to?”

Y así sucesivamente.“Apunten” dijo el gorila acomodándose el quepis. Entonces los soldados le apuntaron a él. Por las dudas no gri­tó: “¡Fuego!” Se quitó el quepis, lo arrojó a la alcantarilla, y algo descon­certado se retiró a sus cuarteles de invierno.

sábado, septiembre 30, 2006

La ReVoLuCiOn cUlTuRaL.......

La Revolución Cultural de China: Una revolución dentro de la revolución
Revolución
La Gran Revolución Cultural Proletaria de 1966 a 1967 fue un levantamiento revolucionario en que participaron cientos de millones de personas. Fue una especie de "revolución dentro de la revolución".
En 1949, la revolución obrero-campesina tumbó al gobierno. Estableció un sistema político y económico socialista que dio poder a las masas y generó muchas mejoras. A pesar de eso, quedaban disparidades económicas y sociales significativas. Además, surgió una nueva élite privilegiada que tenía su centro político-organizativo en el seno del Partido Comunista y estaba aumentando su influencia política e ideológica.
A mediados de los años 60, esos seguidores del camino capitalista (los llamaron así porque proponían medidas que llevaban a la restauración del capitalismo) estaban maniobrando para tomar el poder. Querían reinstalar los sistemas de explotación y abrir las puertas a la dominación extranjera; en resumen, ¡querían convertir a China en el "paraíso de maquiladoras" que es hoy en día!
La Revolución Cultural, lejos de ser una "pugna de palacio", fue una lucha aguda y profunda para determinar qué camino seguiría el país y quiénes lo dirigirían: los trabajadores o una nueva clase burguesa.
Mao y las fuerzas revolucionarias del Partido Comunista movilizaron a las masas a levantarse para impedir que los seguidores del camino capitalista tomaran el poder y para sacudir los altos niveles del partido que estaban adoptando un molde burocrático-burgués. Sin embargo, la Revolución Cultural fue mucho más que eso. Las masas realizaron transformaciones revolucionarias de la economía, las instituciones sociales, la cultura y los valores de la sociedad, y hasta revolucionaron el partido. Mao llamó este proceso seguir la revolución bajo la dictadura del proletariado.
La Revolución Cultural no fueron "redadas" ni meter a la gente en "campos de trabajos forzados" ni obligar a todos a pensar igual. Los métodos de la Revolución Cultural fueron muy distintos. Los trabajadores, los campesinos y gente de todas las capas sociales participaron en críticas masivas de los círculos oficiales corruptos. Debatieron los planes económicos, el sistema de educación, la cultura y la relación entre el Partido Comunista y las masas populares. Mao no quería "purgas" políticas. Quería que las propias masas tomaran medidas para derrotar a los enemigos de la revolución.
Mao exhortó a las masas a "cañonear el cuartel general" y derrocar al puñado de seguidores del camino capitalista que querían arrastrar a China de nuevo al capitalismo. Se trataba esencialmente de levantamientos políticos. Debate de masas, crítica y movilización política de masas: estas fueron las principales formas que tomó la lucha de clases durante la Revolución Cultural. A los líderes y a los funcionarios del partido se les dio la oportunidad de reformarse y participar en la lucha.
A los artistas se les animó a participar en el movimiento revolucionario, mirar sus obras desde la óptica de la lucha para crear una nueva sociedad y examinarlas para ver si contribuían al avance de la revolución o lo retrasaban. Una meta de la Revolución Cultural fue fomentar arte revolucionario protagonizado por las masas que las ayudara a impulsar la historia.
Otro objetivo era acabar con el desequilibrio cultural que existía en el país. Los artistas, intelectuales y profesionistas vivían mayormente en las ciudades y su trabajo estaba divorciado de la sociedad en general y en particular del 80% de la población que vivía en el campo. Por toda la sociedad, la Revolución Cultural suscitó debates sobre la necesidad de disminuir las desigualdades entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre las ciudades y el campo, entre la industria y la agricultura, y entre hombres y mujeres.
Se exhortó a los artistas, médicos, trabajadores técnicos y científicos y a la gente educada a unirse a los obreros y campesinos: aplicar sus conocimientos a lo que la sociedad necesitaba, convivir con la gente trabajadora, compartir información y aprender de ella. Grandes cantidades de jóvenes y profesionistas respondieron al llamamiento de Mao de "servir al pueblo" e ir al campo.
La Revolución Cultural fue un movimiento histórico sin precedentes. Con el sistema socialista ya establecido, Mao y los revolucionarios del Partido Comunista de China movilizaron la actividad consciente y la creatividad de las masas para impedir la restauración del viejo sistema e impulsar la revolución socialista hacia el comunismo: hacia la eliminación de las clases y de toda relación de explotación. En toda la historia, jamás se ha visto un movimiento de masas o una lucha de esa magnitud, guiada por una política y unos principios tan revolucionarios. Jamás se ha visto un esfuerzo tan radical por transformar relaciones económicas, instituciones políticas y sociales, cultura, costumbres e ideas.
¿Hubo fallas o se cometieron errores durante la Revolución Cultural? Sí, y a veces bastantes serios. Pero en el contexto de los enormes logros, y en comparación con los horrores de la sociedad capitalista, esos problemas eran secundarios.
Pero la revolución comunista no debe estancarse. Los revolucionarios tienen que aprender críticamente de la experiencia, sin temor a interrogarse, seguir adelante y llegar más lejos cada vez. Bob Avakian ha desbrozado nuevos terrenos del marxismo-leninismo-maoísmo que nos capacitan para hacer eso.
Bob Avakian plantea una visión vibrante del socialismo y el comunismo. Ha profundizado el conocimiento de cuáles son las tareas y las contradicciones

martes, agosto 15, 2006


En 1960 Jean Paul Sartre se entrevistó con el Comandante Ernesto Guevara en su despacho del Banco Central de La Habana, pasada la media noche. En aquel memorable encuentro entre el Che y el autor de "El ser y la nada", también estuvo presente Simone de Beauvoir.
Sartre llegó a La Habana cuando entraban en vigor el sabotaje económico de Estados Unidos y la conspiración de la CIA contra la isla socialista. Las fiestas de carnaval se habían suspendido y Fidel organizaba una colecta nacional para comprar armas y aviones que permitirían proteger a la revolución naciente.
A mi compadre Jorge Campero, el poeta de los árboles eventuales, le debo una primera noticia sobre aquella hermosa fotografía de Korda: el Che encendiéndole un puro a Jean Paul Sartre, mientras Simone de Beauvoir los observa complacida en aquella enorme sala del Banco Central de La Habana.
Algún tiempo después de ver aquella foto, pude obtener el libro (“Sartre Visita Cuba”, La Habana, 1960, Ediciones R) en el cual el filósofo narra la historia de ese encuentro celebrado durante su visita a Cuba en 1960, a meses del triunfo revolucionario.
Sartre llegó a La Habana cuando entraban en vigor el sabotaje económico de Estados Unidos y la conspiración de la CIA contra la isla socialista. Las fiestas de carnaval se habían suspendido y Fidel organizaba una colecta nacional para comprar armas y aviones que permitirían proteger a la revolución naciente.
Durante el mes que duró la visita, el pensador del Existencialismo se entrevistó con intelectuales -poetas y escritores- como Nicolás Guillén y Lisandro Otero. La desestalinización del régimen cubano o las diferencias sustanciales con el proceso soviético en la Europa del Este, eran temas favoritos en aquel Sartre enamorado de Cuba y su futuro.
El autor de «El ser y la nada» conversó también con el Che, a quien identificaba como el símbolo viviente de la naturaleza juvenil de la revolución cubana. Los ministros de Fidel: Armando Hart, el Che, Oltuski, Raúl Castro, apenas rebasaban la treintena de años en sus edades..
El culto a la energía
“Puesto que era necesaria una revolución” -escribió Sartre-, «las circunstancias designaron a la juventud para hacerla. Sólo la juventud experimentaba suficiente cólera y angustia para emprenderla y tenía suficiente pureza para llevarla a cabo».
La ética del trabajo, sustento vital de la revolución, emergía según Sartre de la cualidad juvenil de los líderes cubanos. Ahí estaba el Che, Ministro de Industria y Presidente del Banco Central, trabajando en la zafra como el obrero común y trasladando ladrillos en carretillas, en horas de oficina.
“Hoy, en el taller, en los campos, en un ministerio, el trabajo es joven, verdaderamente joven”, constata Sartre. “Y el mando avanza en el sentido de las agujas de un reloj: es necesario no haber vivido demasiado para mandar; para obedecer, basta no tener más de 30 años”.
Ciertamente, en Cuba su edad preservaba a los dirigentes. Su juventud les permitió afrontar el hecho revolucionario en su austera dureza. Si tenían que aprender, si debían ayudarse con conocimientos técnicos, los responsables no se dirigían a nadie: se las arreglaban por sí solos. He ahí la clave existencial del éxito revolucionario, de su potencial autogestionario aún hoy en proceso de desarrollo, a pesar del vil bloqueo norteamericano.
Y eso también explica la capacidad de alerta que mantiene despiertos a los pueblos revolucionarios ante conspiraciones oscuras como aquellas que suele tramar la CIA.
Los cubanos, decía Sartre hace 44 años, casi llegan a repetir la frase de Pascal: «Es preciso no dormir».
Se diría que el sueño los ha abandonado, que también emigró a Miami. “Yo sólo les conozco la necesidad de velar”. Aquellos jóvenes -agregaba Sartre valorando esta ética revolucionaria- rinden a la energía, tan amada de Stendhal, un culto discreto. “Pero no se crea que hablan de ella, que la convierten en una teoría. Viven la energía, la practican, quizá la inventan: se comprueba en sus efectos, pero no dicen una palabra de ello. Su energía se manifiesta.”
Una cita a medianoche
El Che tenía 32 años cuando se entrevistó con Jean Paul Sartre. El filósofo parisino descubrió en Guevara la encarnación de la vigilia revolucionaria, esa que la trajo a morir en Bolivia con el rostro despierto. “El comandante Ernesto Guevara es considerado hombre de gran cultura y ello se advierte: no se necesita mucho tiempo para comprender que detrás de cada frase suya hay una reserva en oro” -observó Sartre en 1960-.
«Pero un abismo separa esa amplia cultura, esos conocimientos generales de un médico joven que por inclinación, por pasión, se ha dedicado al estudio de las ciencias sociales, de los conocimientos precisos y técnicos indispensables en un banquero estatal».
El Che presidente del Banco Central de Cuba, había fijado su cita con Sartre a una hora insólita: medianoche. “Y todavía tuve suerte’, recordó, ’los periodistas y los visitantes extranjeros son recibidos amable y largamente, pero a las dos o tres de la madrugada” .
No esperó mucho para encontrarse con el Che. ’Se abrió una puerta y Simone de Beauvoir y yo entramos: un oficial rebelde, cubierto con una boina, me esperaba: tenía barba y los cabellos largos como los soldados del vestíbulo, pero su rostro terso y dispuesto, me pareció matinal. Era Guevara’.
A la hora de aquel encuentro, medianoche, el visitante francés notó que el Comandante acababa de salir de la ducha.
’Lo cierto es que había empezado a trabajar muy temprano la víspera, almorzado y comido en su despacho, recibido a visitantes y que esperaba recibir a otros después de mí. Oí que la puerta se cerraba a mi espalda y perdí a la vez el recuerdo de mi viejo cansancio y la noción de la hora. En aquel despacho no entra la noche.
En aquellos hombres en plena vigilia, al mejor de ellos, dormir no les parece una necesidad natural sino una rutina de la cual se han librado más o menos.
No sé cuándo descansan Guevara y sus compañeros. Supongo que depende: el rendimiento decide; si baja, se detienen. Pero de todas maneras, ya que buscan en sus vidas horas baldías, es normal que primero las arranquen a los latifundios del sueño’.
Mientras cavilaba, Sartre llevó a sus labios un habano apagado; y entonces el Che activó su encendedor ofreciéndole un fuego que allí, a esa hora de la medianoche, parecía un átomo luminoso chispeando en la atmósfera insomne de la revolución.

viernes, julio 28, 2006

Un rumor de tormenta y mar recorre México. Un rumor que se extiende por todo el planeta. Un rumor que nos trae un poco de calor, que deshace los copos de nieve que nos llenan de canas. El subcomandante Marcos y su gente marchan a México DF. La gente los aclama y recuerda a Zapata. Lanzan vivas al EZLN.
Un fantasma recorre el mundo. El de una sensibilidad nueva que demanda más justicia para los que siempre pierden. En Seattle un terremoto que en El Salvador mataba a cientos de personas, que derrumbaba muros y almas dejando el país como un solar lleno de heridas, provoca la muerte de una única persona. Un hombre muere en Seattle de un infarto por un terremoto. En El Salvador buscan supervivientes entre los amasijos de ladrillo y metal y se han apagado todas las luces. Por el mismo terremoto.
Por eso en Porto Alegre inventan nuevas fórmulas para repartir mejor la felicidad y los presupuestos. Por eso Bové con su bigote de Asterix sale a la calle con sus tractores y sus motores suenan igual que el del autobús de Marcos. Por eso en las cumbres del FMI sus altos ejecutivos sudan bajo los trajes azules. Oyen el rumor de la batalla, el choque de los escudos de la policía de Praga. Vienen nuevos tiempos. Estoy seguro.
Un fantasma recorre el planeta. Mientras te vas a la compra y me dejes el corazón como una cama deshecha algo nuevo se va tramando. Mientras la gente araña el parabrisas para quitarse el hielo y los bostezos, el sub sonríe debajo del pasamontañas. Mientras los relojes de arena hacen crecer los desiertos un rumor de batir de alas y espuma se acerca al DF. Aquí hace frío y la gente llega tarde al trabajo. No digas que todo está en silencio. Di simplemente que no oyes.

miércoles, julio 26, 2006

No bastan las palabras: los términos corrientes son inadecuados para describir los horrores que Israel perpetra a diario, y ha perpetrado durante años, contra los palestinos. La tragedia de Gaza ha sido descrita cien veces, como lo han sido las tragedias de 1948, de Qibya, de Sabra y Chatila, de Yenín -- 60 años de atrocidad perpetrada en nombre del judaísmo. Pero el horror generalmente cae en oídos sordos en la mayor parte de Israel, en la arena política de USA, en los medios de información dominantes en USA. Los que se horrorizan – y son muchos – no pueden penetrar el escudo de indiferencia que protege a la elite política y mediática en Israel, más aún en USA, y cada vez más en Canadá y Europa, contra la obligación de ver, de preocuparse.Pero hay que decirlo, y bien fuerte: los que preparan y realizan la política israelí han convertido a Israel en un monstruo, y ya es hora de que todos nosotros – todos los israelíes, todos los judíos que permiten que Israel hable en su nombre, todos los usamericanos que no hacen nada por terminar con el apoyo de USA para Israel y su política asesina – reconozcamos que nos enlodamos moralmente al mantenernos pasivos mientras Israel realiza sus atrocidades contra los palestinos.Una nación que exige la primacía de una etnia o religión sobre todas las demás terminará por ser sicológicamente disfuncional. Obsesionada narcisistamente con su propia imagen, tiene que esforzarse por mantener a cualquier precio su superioridad racial y llegará inevitablemente a considerar toda resistencia a su superioridad imaginaria como una amenaza existencial. Por cierto, todos los demás pueblos se convertirán automáticamente en una amenaza existencial simplemente en virtud de su propia existencia. Mientras trata de protegerse contra amenazas ilusorias, el Estado racista se hace crecientemente paranoico, su sociedad cerrada e insular, intelectualmente limitado. Los reveses lo enfurecen, las humillaciones lo enloquecen. El Estado arremete en un esfuerzo insano, sin ningún sentido de la proporción para reasegurarse de su propia fuerza.Esa pauta se agotó en Alemania nazi, cuando trató de mantener una mítica superioridad aria. Ahora se agota en Israel. “Esta sociedad ya no reconocer ninguna frontera, geográfica o moral,” escribió el intelectual israelí y activista antisionista Michel Warschawski en 2004 en su libro “Towards an Open Tomb: The Crisis of Israeli Society [Hacia una tumba abierta: La crisis de la sociedad israelí]. Israel no conoce sus límites y arremete al descubrir que su intento de forzar a los palestinos a la sumisión y de tragarse a toda Palestina está siendo frustrado por un pueblo palestino con capacidad de recuperación, digno, que no se somete en silencio, ni renuncia a la resistencia frente a la arrogancia de Israel.Nosotros, en USA, nos hemos curtido ante la tragedia infligida por Israel, y nos dejamos engañar fácilmente por el sesgo que automáticamente, por algún truco de la imaginación, convierte las atrocidades israelíes en ejemplos de cómo Israel es tratado injustamente. Pero una clase dirigente militar que lanza una bomba de 250 kilos sobre un edificio de apartamentos residencial en medio de la noche y mata a 14 civiles en su sueño, como sucedió en Gaza hace cuatro años, no es un ejército que opera siguiendo reglas civilizadas. Una clase dirigente militar que lanza una bomba de 250 kilos sobre una casa en medio de la noche y mata a un hombre, a su esposa y a siete de sus hijos, como ocurrió hace cuatro días, no es el ejército de un país moral.Una sociedad que puede hacer caso omiso como si fuera insignificante ante el brutal asesinato de una niña de 13 años por un oficial del ejército que pretendió que ella amenazaba a los soldados de un puesto militar – uno de casi 700 niños palestinos asesinados por israelíes desde que comenzó la Intifada – no es una sociedad con conciencia.Un gobierno que encarcela a una muchacha de 15 años – una de varios cientos de niños bajo detención israelí – por el crimen de empujar y de escapar de un soldado que trataba de cachearla a la entrada de una mezquita, no es un gobierno con algún comportamiento moral. (Esta información, que no es el tipo de noticia que llega a aparecer en los medios de información usamericanos, fue mencionada por el Sunday Times de Londres. La niña recibió tres tiros mientras se escapaba y fue condenada a 18 meses de cárcel después de salir del coma.)Los críticos de Israel subrayan crecientemente que Israel se autodestruye, se acerca a una catástrofe de su propia creación. El periodista israelí Gideon Levy habla de una sociedad en “colapso moral.”Michel Warschawski escribe sobre una “locura israelí” y “brutalidad demente,” una “putrefacción” de la sociedad civilizada, que han lanzado a Israel por un camino suicida. Prevé el fin de la iniciativa sionista; Israel es una “banda de matones,” dice, un Estado “que se burla de la legalidad y de la moral cívica. Un Estado que funciona despreciando la justicia pierde la fuerza necesaria para sobrevivir.”Como señala con amargura Warschawski, Israel ya no conoce fronteras morales – si alguna vez las conoció. Los que siguen apoyando a Israel, que encuentran excusas para lo que hace mientras desciende hacia la corrupción, han perdido su brújula moral.

jueves, junio 15, 2006

Estudiantes no secundarios



escrito por Jorge Arrate
Thursday, 15 de June de 2006
El lenguaje ha ido cambiando. En los últimos días algunos ya no hablan de “estudiantes” sino de “colegiales” o “escolares”. La ironía es evidente: se trata de jóvenes con muy poca experiencia y conocimientos, aprendices, sólo aprendices. Es que el movimiento secundario, masivo, espectacular en su despliegue, notable en sus voces, irreverente y maximalista en sus días finales, ha sido objeto de loas sinceras y falsas y, luego, de tentativas de intervención externa, de desprestigio de algunos de sus dirigentes, de infiltración de encapuchados, de manipulación.La “mala calidad de la educación” no es la causa principal ni única de la acción estudiantil, aunque la diversidad política de sus líderes tienda a inhibir otras interpretaciones. El movimiento secundario, en el fondo, es un estallido contra un modelo en el que la escasez de medios ya no explica las políticas públicas y en el que la abundancia de recursos pareciera una maldición que atenta contra la subsistencia del modelo mismo.Sin embargo, lo primero que expresa el movimiento secundario es la exclusión que caracteriza al sistema político. Durante diecisiete años el país ha presenciado cómo un porcentaje creciente de jóvenes se autoexcluía del sufragio universal. Efectivamente, hoy la exclusión más numerosa no es la excomunión que produce el sistema binominal -muy significativa y que debe ser superada- sino la autoexclusión y el rechazo al voto, mecanismo central para el funcionamiento de la democracia representativa. La prolongación de las exigencias estudiantiles, que ha resultado por momentos poco racional, sólo se explica por la profunda desconfianza en los mecanismos institucionales vigentes (la firma de la Presidenta constituye para ellos la única garantía valedera).Por otra parte, durante la transición, se ha querido imponer la idea que en el mundo actual la única posibilidad real de redistribución no es la de la riqueza o la del ingreso, sino la educación. Sólo la educación -prosigue el discurso- permite distribuir conocimiento, un capital productivo que habilita al titular para mejorar sus ingresos y ascender en la escala social. Es verdad que la educación tiene ese efecto y negarlo está fuera de cuestión. El punto es que ese discurso ha cargado a la educación con una responsabilidad adicional, aparte de las muchas que tiene: producir equilibrio social, generar más igualdad.Cuando los desniveles en el gasto por alumno son los que se conocen, entre colegios particulares pagados y colegios municipales, o entre universidades públicas y privadas subvencionadas por el Estado o privadas de primer nivel de infraestructura y medios, y modestos institutos profesionales o centros de formación técnica, el discurso se convierte en coartada para no considerar otras formas de enfrentar la mala distribución del ingreso. Cuando los secundarios ponen en cuestión la LOCE, que la derecha se ha negado por diecisiete años a considerar como modificable, lo que hacen es objetar un sistema educacional que, mientras se postula como instrumento de mayor igualdad social, es un reproductor de desigualdades.En síntesis, el movimiento secundario es un clamor contra el modelo vigente. Pretender que lo que expresa son cuestiones técnicas y no político-culturales es no aquilatar debidamente sus demandas.Pero, ¿por qué los secundarios?La tradición ha sido que la vanguardia de los movimientos estudiantiles sean las organizaciones universitarias. En este caso, han sido los secundarios. Me atrevo a formular dos hipótesis para interpretar este cambio.La primera es que los secundarios son quizá el único segmento inteligente de la sociedad que no ha sido aún objeto pleno de los mecanismos disciplinarios establecidos por el mercado. Aún no son presa de la ansiedad por el consumo, del endeudamiento, del Dicom. Tampoco del arancel que sus familias o ellos deben pagar, como en el caso de los universitarios transformados en clientes, en el sistema de educación superior. La disciplina escolar o familiar es algo que los jóvenes manejan. Aquella que imponen los mecanismos de la sociedad excluyente de consumo es, para los secundarios, menos conocida como vivencia propia y por eso, quizá, más fácil de circunvalar.Por otra parte, los jóvenes que protestan son los únicos hijos legítimos de la democracia post dictatorial. Nacieron con ella. Durante su corta existencia han escuchado el rumor sordo, muchas veces silenciado por medios de comunicación bajo el control de los partidarios del sistema, que les dice en la mesa familiar de los domingos, en la micro, en la calle, en la gradería del estadio, que la democracia que vivimos es incompleta, imperfecta, cercenada, tutelada o de mercado. Hoy los adultos observamos cómo practican una más directa, más asambleísta, menos formal, con otras imperfecciones -pienso yo- pero distinta a la que se les ha ofrecido después de 1990.Democratizar la educación, desmercantilizarla y convivir sobre la base de una cultura más igualitaria. Esos parecen ser los mensajes que envía la primera generación de chilenos nacidos en democracia. Son gigantescos desafíos, planteados por jóvenes que decidieron ser actores no secundarios sino principales.
DECLARACION PÚBLICA



escrito por Varios autores
Thursday, 01 de June de 2006
En el marco de la discusión y reflexión de la Política de Educación para el Desarrollo Sustentable, se ha realizado un taller de trabajo que convocó a dirigentes sociales y representantes de ONGs.Los participantes de esta jornada no han querido estar ausentes de expresar su opinión respecto de las demandas y propuestas que los estudiantes del país han venido expresando por diversas vías tanto a las autoridades como a la opinión pública. En el marco de la política de desarrollo sustentable, los compromisos asumidos por el estado son el crecimiento económico, la protección de los recursos naturales (RRNN) y la equidad social. La Municipalización de las escuelas perpetua una discriminación que daña la equidad social, por estar directamente ligado a los recursos materiales y económicos que cada municipio dispone. No reconoce que existen municipios ricos y pobres. La revisión de este cometido es la base del mejoramiento de la equidad social del sistema educativo nacional. El desarrollo sustentable debe estar ligado al mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad, las políticas sociales (de vivienda, de respuesta a las necesidades actuales y futuras de la población, estudios de impacto ambiental de instrumentos de planificación territorial, derechos urbanos, identidad y patrimonio, y otros) entre ellos calidad de vida de los niños. Por tanto las condiciones en que cada niño llega a recibir su educación es trascendente para los resultados de su formación académica: la alimentación, el vestuario y las condiciones de salud inciden directamente.La Educación para el Desarrollo Sustentable propone como objetivos estratégicos el mejoramiento de la calidad de la educación a través de la implementación de los Objetivos Transversales Fundamentales, la jornada escolar completa y la Educación al Aire Libre. Los políticos que toman decisiones con miras solamente al perpetuar el sistema neoliberal que rige los destinos y el accionar de nuestro país a nuestro entender es el causante o responsable de los problemas sociales, ambientales y de desarrollo sustentable. Por tanto la solución de esto requiere un debate nacional de todos los actores de la sociedad para definir el pais que queremos.Por lo anteriormente planteado, los participantes acordamos1. Respaldo unánime a las demandas planteadas por los estudiantes secundarios.2. Apoyar la lucha netamente pacifica de este movimiento estudiantil como un aporte vital a la democracia de nuestro pais. 3. Rechazar enérgicamente la violencia de la fuerza pública con que se ha enfrentado la participación de estudiantes, profesores y medios de comunicación en las calles de las distintas ciudades del pais.4. Rechazar el uso de gases lacrimógenos u otros por la fuerza pública ya que ello conlleva serios riesgos para la salud de las personas y se contraviene a las medidas de descontaminación ambiental de ciudades saturadas como Santiago.5. Rechazar la obsesión actual del sistema educativo con puntajes, y apoyar un enfoque en la formación integral, cívico y enmarcado en la urgente necesidad de construir una sociedad sustentable desde ya.FIRMAMOSAdriana Hoffmann, Presidenta, Defensores del Bosque ChilenoMarìa Luisa Robleto, Centro Cantalao PrecordilleraMarcelino Collìo, Presidente, Cecoema, Integrante Concejo de Desarrollo SustentableAntonio Carvajal, Presidente de la Uniòn Comunal de Juntas de Vecinos, Cerro NaviaManuel Gutierrez Carreño, Junta Vecinal No. 66, San BernardoVìctor Escobar, Junta Vecinal No. 40, San BernardoLake Sagaris, Presidenta, Ciudad Viva, La ChimbaFlorencia Reyes, Educadora Ambiental, Depto. Desarrollo Local Sustentable, I. Municipalidad de San BernardoNestor Grandon, Corporacion El Canelo de Nos, San BernardoMagaly Cantillana, Junta de Vecinos Unidad Vecinal 28, Cooperativa Lo Blanco, San BernardoJorge Reyes, Presidente, Junta de Vecinos No. 8, Tejas de Chena Norte, San BernardoSusana Silva, Premio Nacional de Medio Ambiente 2000Ana Romero Romero, Presidenta, Unidad Vecinal No. 12, Villa La Estrella de Chile, San BernardoAriel Carvajal, Vice-Presidente, Concejo Economico Social, Cerro NaviaElias Placencia Hernandez, Presidente, Junta de Vecinos Villa Costanera, San Bernardo.Patricia Pacheco Rubio, Tesorera, Junta de Vecinos Villa Costanera, San Bernardo.Irene Saavedra Lagos, Presidenta Unidad Vecinal 23, Villa La Portada No. 2, San BernardoNancy Perez Garcia, Concejo Ecologico, Comuna de Cerrillos.Ricardo Salazar Navarro, El Totoral, Batuco.
Los estudiantes y la Presidenta



escrito por Roberto Pizarro
Wednesday, 14 de June de 2006
Las movilizaciones estudiantiles han terminado. Al igual que en Paris y en Atenas han tenido que ser los más jóvenes los que dirijan las luchas por reivindicaciones latentes, pero acalladas. Las desigualdades más manifiestas en Chile se encuentran en la educación y ésta se encarga de reproducirlas al conjunto de la sociedad impidiendo el progreso e integración de los más pobres.Los estudiantes triunfaron, lograron algunos beneficios materiales inmediatos para los más pobres y situaron en el centro de la discusión política la transformación de la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza (LOCE). Uno de los enclaves para reproducir las desigualdades se ha venido abajo gracias a la lucha de los propios afectados.Pero, lo más importante de todo es que los estudiantes se convirtieron en un sujeto activo de nuestra historia. Es difícil imaginar que Karina, María Jesús y el resto de los voceros de la movilización permanezcan al margen de lo que viene en nuestro país. Es difícil imaginarlos fuera de las discusiones sobre el injusto sistema previsional y de tantas otras inequidades que caracterizan a la sociedad chilena. Tenemos un nuevo actor político que seguramente estará presente en las luchas contra la exclusión y el avasallamiento que han impuesto los grupos económicos y sus medios de comunicación.Pero esto no habría sido posible sin la campaña electoral que reivindicó la participación ciudadana por sobre la hegemonía de los partidos políticos. Ello fue lo que quisieron los chilenos que votaron por Michelle Bachelet y la instalaron en el sillón de O´Higgins el 11 de marzo. Este es el otro nuevo actor político en nuestro país. En efecto, desde el comienzo de la campaña presidencial, Michelle Bachelet sorprendió a la clase política introduciendo la necesidad de incorporar la participación y el diálogo ciudadano a la solución de los problemas que afectan a nuestro país.La derecha ha ridiculizado esta forma de hacer política. Consideran que el diálogo ocupa mucho tiempo y les asusta la movilización ciudadana. Es comprensible ya que están acostumbrados al autoritarismo. La Concertación se encuentra perpleja ante esta forma de acción presidencial. Los dieciséis años de acomodamiento a posiciones de poder instalan en la conciencia y en el quehacer un dañino conservadurismo.Muchas denuncias y críticas al gobierno anterior han demostrado que la premura por ofrecer soluciones rápidas a la ciudadanía no siempre conllevan eficiencia. Paralelamente, la historia ha demostrado que sin participación y consensos reales los avances no son efectivos sino ficticios. El reconocimiento a las demandas estudiantiles, las soluciones propuestas por el gobierno en diálogo con los estudiantes y la finalización del conflicto constituyen la mejor prueba de ello.Por lo tanto, aunque los Consejos creados para la reforma previsional y la reforma educacional ocupen más tiempo de lo que muchos quisieran es preferible que las soluciones sean bien pensadas, con la participación de todos los actores y, finalmente, cumplidas a conciencia y cabalmente.Nuestro país sólo logrará solucionar sus problemas con la participación decidida de la ciudadanía y, por cierto, con la vitalidad e inteligencia que han mostrado los jóvenes en las últimas semanas. Pero, también la solución de los problemas será posible gracias a la perseverancia de la Presidenta en favorecer la participación ciudadana y en promover un diálogo amplio y pluralista.Roberto Pizarro. Economista. Ex ministro de Planificación.
LA REVOLUCIÓN DE LOS PINGUINOS.



escrito por Marcelino Collio Calcomin.
Tuesday, 13 de June de 2006
EJEMPLOS DE VALENTIA, VISIÓN Y FORTALEZAS, MEDIDIOCRIDAD Y PEQUEÑESES DE LA REVOLUCIÓN DE LOS PINGUINOS.

Hoy, en Chile son pocos los que aún podrán negar la importancia y grandeza de los planteamientos de los pequeños grandes Hombres y Mujeres, que se han levantado para decirle a la clase política y al País que el sistema Educacional era injusto, discriminador y que por Ley establece diferencias en la calidad de enseñanza que se entrega a cada niño, al final del camino de la enseñanza formal, habrá, alumnos que recibieron una buena educación y otros que recibieron una mala educación, esto sancionado por la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE).Esta famosa LOCE en nuestro días, forma parte de la leyes de amarre del régimen dictatorial (auque algunos les moleste recordar estas cosas), fue promulgada el 10 de marzo de 1990, un día antes de entregar el gobierno, y que a regido durante todos los gobierno de la concertación, sin grandes traumas.Frente a esta vergonzosa situación se revelaron los Pingüinos, denunciando lo injusto del sistema educacional, los grandes negociados que se hacen con la educación, las grandes víctimas que son los miles de estudiantes que se les promete una educación equitativa, pero que no es real, denunciar a los responsables de la autoría del sistema imperante, pero también denunciar a los que han guardado un silencio cómplice por tanto años. Sin duda, hay que ser muy valiente para haber hecho esto.Los planteamientos de los Jóvenes no son coyunturales, no son solo petitorios particulares para las presentes generaciones de estudiantes, sus planteamientos tienen una visión de País, están reclamando una definición estratégica de la educación, están reclamando un debate nacional sobre la educación que queremos para Chile, es una interpelación directa a la clase política sobre el real compromiso de entregar una educación de calidad a todos los niños del País.¿Cómo ha reaccionado la clase política?, los más cara dura, han rasgado vestiduras y han acusado a los gobiernos de la concertación de ser incapaces de dirigir y gestionar una buena educación, pero no han dicho que son ellos los responsables de la dictación le la famosa LOCE, la derecha jamás reconoce sus responsabilidades (hay otros que no son o no aparecen de derecha, pero han aprendido estas practicas). El Parlamento, tampoco a sido una gran aporte en las soluciones al conflicto planteado, salvo honrosas excepciones como el Senador Alejandro Navarro, el Senador Mariano Ruiz Esquidez o la Diputada Carolina Thoa, pero como Institución no a tenido una voz pronunciándose y orientando alguna solución. El gobierno, en principio desconoció la envergadura del tema, minimizo a los actores que conducían la movilización de estudiantes, los trato como niños y no como dirigentes de un movimiento que fue creciendo, para tener hoy, una representación nacional, sin duda un error grave.Otro grave error es la forma en que se ha conducido el actual Ministro de Educación, de sus actuaciones uno podría deducir dos cosas, una no tiene manejo político, no sabe del tema, o dos, pretende seguir ninguneando a los actores sociales de los estudiantes y sus dirigentes, lo que se traducirá en un nuevo gran error. Pero lo más grave, por lo que se ve desde afuera, es que el gobierno se esta jugando por dividir el movimiento estudiantil, por no reconocerlos como interlocutores válidos, por quebrar su organización.¿Es esta la democracia que queremos? ¿Es esta la participación ciudadana por la luchamos?, ha estas dos preguntas la respuesta es No. Entonces les diremos a nuestros dirigentes que están actuando mal o también guardaremos un silencio cómplice.La Presidenta, nuestra Presidenta, a convocado a una comisión de experto para que hagan una propuesta de un nuevo sistema de educación, ¿Es que el tema es solo una cuestión de expertos?, ¿Acaso el tema no es también político, social y económico?, ¿Es que esto no tiene que ver con el País que queremos?, ¿Qué pasa con la Comisión que esta trabajando la propuesta de Educación para el Desarrollo Sustentable?, la que no a sido convocada a formar parte de esta “Comisión de expertos”, este tema se deja de lado, o después haremos otra reforma.Al final de esta reflexión, esta claro quienes han dado los ejemplos de valentía, visión y fortalezas, sea cual sea el final que tenga este conflicto esto será así. Repártanse otros la mediocridad y pequeñez en la revolución de los Pingüinos.

Marcelino Collio Calcomin.Presidente Cecoema.Integrante del Consejo de Desarrollo Sustentable.

viernes, mayo 12, 2006

LucHA SeCuNdArIa

Estas ultimas semanas el poder de los secundarios se a hecho escuchar en todo Chile, las propestas por una educación mejor
a demostrado el compromiso político de las genereciones de secundarios que actualmente existe, aunque tambien cabe señalar
que algunos responden a ciertas iniciativas "partidistas", (no hace falta dar nombres debido a que todos sabemos quienes son.)
En un foro realizado en mi comuna en la cual expusimos diferentes actores sociales referentes al "poder secundario" la intervencion
en nombre de la Juventud Socialista y sus secundarios X socialistas fue la siguiente.


Objetos y sujetos de la política.

Los secundarios en terminos sociologico se nos puede observar de dos maneras,
A) objetos de la política
B)sujetos de la política.

A)Objetos de la política ya que se nos puede ver como un grupo determinado, con cualidades determinadas,
con necesidades determinadas y con soluciones determinadas (cualitativamente); o como
B)"sujetos de la política" debido que tenemos nuestras cualidades determinadadas pero somos actores de esta sociedad, es un error encerrar meramente a los secundarios en el ambito del estudio (sabiendo que el "primer objetico del estudiante es estudiar", S Allende)
sino debemos luchar y ser parte de una complementaridad de la sociedad que busca la solución a los problemas que cada
día cuartan mas las posibilidades de que el país sigua creciendo.

La organizacion secundaria debe ser un eje central del nuestro poder, los centros de alumnos con sus respectivas federaciones de secundarios
deben estar a la parar con las demandas extablecidas desde la base del poder secundario, además debe ser consecuente con sus
principios por los cuales obstentan el cargo, relizando una mayor participación de todos los actores por los cuales nos dividimos,
no debiendo aceptar que ciertos grupos obstengan el poder para sus propios intereses y el de sus colectividades.

Es por ellos que como Juventud socialista y sus Secundarios X Socialistas extablecimos implicitamente todo nuestro apoyo
a la organización que surgue en estos momentos para la lucha de nustros derechos como secundarios.